martes, 10 de agosto de 2010

¡A tu belleza, Tomon!




El descubrir tu presencia
fue mi regalo preciado,
y me mantiene aferrado
alabando tu existencia.

En tus cumbres majestosas
el cielo cerca se siente,
y por tu valle en pendiente
avanzan nubes hermosas.

Que acarician tenuemente
la faz de tus habitantes,
sean propios o visitantes
que disfrutan de tu ambiente.

Tú límpido manantial
proporciona en su torrente,
lo vital que la simiente
requiere en su germinar.

Grande es mi fascinación
muy difícil de ocultar,
y siempre habré de alabar
a tu belleza Tomon…

Luís Varela Luzardo

No hay comentarios:

Publicar un comentario