
El pelícano al llegar a su vejez
pierde el sentido de la visión,
con esta menguada condición
proveerse alimento es su estrechez.
Pero a su vez los jóvenes y fuertes
se encargan del anciano alimentar,
esta acción corto tiempo a de durar
al final lo abandonan a su suerte.
Hambriento y ahora ciego el viejo piensa
debo tomar mi decisión final
con mucha dificultad remonta vuelo.
Y luego de alcanzar altura inmensa
se lanza en picada vertical
estrellando su vida contra el suelo.
Luís Varela Luzardo
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