viernes, 27 de agosto de 2010

¡Plegaria!



Todas la noches
al acostarme
le digo a Chucho,
así lo llamó
por la confianza
que nos tenemos.

Le digo: ¡Chuchito Santo
junto a tus padres
no me abandones,
cuida mis hijos,
cuida mi esposa
dales tus dones.

Cuida mi patria,
protege al mundo
y a sus naciones;
ya no más guerras,
ya no más tanques
no más aviones.

No soportamos
que nos dirijan estos
cabrones.
Termino, y quedo le digo:
Chuchito, haz algo.
¡hazlos jirones! Amén.

Luís Varela Luzardo

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