viernes, 27 de agosto de 2010

¡No me prives de tus besos!


No prives a mis labios vida mía
del néctar de los tuyos deleitarse,
las horas de placer siempre son cortas
las de hastío eternas son para fugarse.

De las cortas delicias que vivimos
nos llega pronto el desaliento cruel
y sigue siempre en sucesión constante
el tedio al goce, cual de dulce a hiel.

Suelta la brida querida a mis antojos,
calma piadosa la sed que me calcina
cédeme el néctar de tus labios rojos.

Amor en nuestras almas se amotina,
para mañana la hiel y los enojos
hoy son tus besos la luz que me ilumina.

Luís Varela Luzardo

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