¡No, a viejos no!

La vida del ser humano
debería ser programada
y que la edad asignada
fuera mientras la disfruta,
no importa que sea chucuta;
quiero decir corta data,
poder disfrutar la plata,
claro, el que logre amasar,
una fortuna y gozar
con todas las de la ley,
pueda vivir como un rey
gozando de su riqueza
y sin que siente cabeza
derroche lo que ha logrado
y que al haber caducado
la meta del nacimiento
desde su programación,
se encuentre en gran condición,
sin haber llegado a viejo.

Me miro en mi propio espejo,
cuando uno se hace chatarra,
lo único que se agarra
son achaques y dolores,
pero estos sinsabores
no solo uno los concilia,
es que la pobre familia
se lo tiene que calar,
uno y cada malestar
que sufrimos los vejetes,
hasta ir a los retretes,
bañar, darnos la comida,
para ellos, no creo sea vida,
esta carga adicional,
por no llegarse a inventar
para acabar esta pena
una solución muy buena:
¡Qué nos hagan programar!

Luís Varela Luzardo