viernes, 27 de agosto de 2010

¡A mi esposa!



Recibe esposa querida,
con mi más sublime amor,
la bendición del creador
en tú lecho recluida.

Por ser parte de mi vida,
tu salud me pertenece,
pues si la tuya decrece
igual la mia es destruida.

Como madre feliz día,
que lo disfrutes al lado,
de tus cinco hijos amados,
que te traerán alegría.

Luís Varela Luzardo

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