El águila conquista cimas
con su vuelo majestuoso,
y la serpiente arrastrando
con su reptar asqueroso.
Por eso es que al hombre ansioso
de ser de éxito cubierto,
esta arando en el desierto
si es honesto y laborioso.
Ese esfuerzo extraordinario
que el águila debe hacer
para la cumbre alcanzar
No lo ejecuta el ofidio
por tener algo en su haber:
¡Que es el saberse arrastrar!
Luis Varela Luzardo
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