Señorita,
Le confieso que yo quiero francamente casarme con usted o jo-
ven hermosa y bella yo la adoro y por lo tanto quiero proce-
der con prontitud y eficacia y lleno de amor santo poder pre-
sentarla ante el sagrado altar del himeneo, pues no es mi deseo enga-
ñarla vilmente.
Es usted la mujer más pu-
ra, así como también la más cas-
ta que he encontrado en el mundo, quiero depositar el se-
creto de mi amor y no permitir que mis palpitantes venas se que-
men con tan ardiente fuego y después hermosa mía de haber for-
malizado estos mis grandes deseos y comu-
nicado a sus hermanas, es mi mayor anhelo contemplar mi ver-
dadera pasión lo mejor correspondida, espero se manten-
ga feliz y dichosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario