jueves, 30 de septiembre de 2010

¡Es para llorar!

Voy a permitirme contar algo y lo coloco en este foro, pero en realidad de cómico no tiene nada, por lo menos para mí, considero que debería ubicarse en foro drama o tragedia, pero bueno, voy a iniciar mi relato. Hace alguna noches, como a eso de las doce de la noche apague mi computador y me apresté a acostarme, rece mis oraciones, porque créanme soy un connotado creyente. Me dormí, no puedo determinar cuanto había transcurrido desde que me dormí y comencé a soñar.

Me encontraba participando en una fiesta de cumpleaños, ¿De quién? no me pregunten porque no se, lo cierto es que estaba allí: De entre tantas personas surgió una despampanante criatura, ¡Que bella! tenía un cuerpo, y un trasero precioso, pero lo más significativo para mi es que la voluptuosa mujer me miraba insinuante y me hacia guiños, yo cada vez que esto ocurría volteaba para ver a que carajito tenía al lado o detrás, puesto que jamás pensé que la cosa era conmigo, pero al final viendo que su actitud se repetía, me decidí a enfrentar el reto, y sí, la cosa era conmigo, claro hubo los escarceos correspondientes y se dio lo inevitable. Pensaba en el sueño. ¿Será esto verdad o estaré soñando? Lo que si les puedo asegurar es que el comportamiento de mi compañerito fue inobjetable, yo le murmuraba: sigue así muchacho, recuerda tus tiempos de mozo. Bueno lo cierto es que mi emoción se derrumbó, cuando desperté y comprendí que todo había sido un condenado sueño.

Cuando abrí los ojos me encontraba en posición decúbito dorsal o sea (Boca arriba) y al mirar hacia mis pies observé algo que en forma de obelisco se mantenía allí inmutable y me dije: ¡Por lo menos amigo aún te sobran energías! Tome de mi mesa mi celular y tomé una foto hacia aquella hermosa vista, claro para la posteridad y pensé: ¡Al amanecer te observaré! Coloque el teléfono sobre la mesa y continué durmiendo. Cuando me levanté tome el teléfono para ver la foto y ¡oh! Sorpresa, le había tomado una fotografía a mi toalla que la cuelgo precisamente en la pared frente a mis pies.

¿Verdad que de cómico no tiene nada?

Luís Varela Luzardo

No hay comentarios:

Publicar un comentario