sábado, 28 de mayo de 2011

¡El árbol y la vida!

La vida no transcurre en vano, somos como los árboles: planta, arbusto, árbol, cuando somos una planta o sea nuestra etapa de niños, requerimos se nos fertilice, nos provean de alimentos, atención, ciertos cortes cuando nuestras ramas se desvían. Cuando nos hacemos arbustos o sea, adolescentes, debemos ser preparados para la llegada de los frutos, por consiguiente requerimos mayor atención de nuestros guías para culminar lo deseado. Ya árboles comenzamos a producir y vendrán las plantitas producto de nuestras semillas y continuará ese ciclo interminables. Pero lo no deseado, la llegada del final de la vida, nos hacemos viejos como el árbol, dejamos de producir, comenzamos a declinar, y por mucho que seamos atendidos se nos caen las hojas, se nos rompen las ramas, las raíces se deterioran, la savia no fluye debidamente y finalmente no secamos y morimos. Pero lo bueno de todos esto es tener la satisfacción, de que como el buen árbol, produjimos frutos de óptima calidad:

¡Nuestros hijos!

Un árbol en el declinar de la vida.

Luis Varela Luzardo

viernes, 27 de mayo de 2011

Asesinan a mi gaita.

En otrora la gaita era
la más genuina expresión,
brotaba del corazón
en forma franca y sincera.

La hermosa gaita zuliana
bella expresión del estado,
ha perdido ese legado
y su esencia tan humana.

Ya no es en la navidad
que sus arpegios se sienten,
mercaderes inconcientes
la acabaron sin piedad.

Ha sido grave el cruel daño
que mi música sufrió,
pues a un león se le ocurrió
se tocara todo el año.

Ahora, me han pasado un dato
que alguien perdió la razón
y con muy mala intención
hará gaita vallenato.

Con esa actitud malsana
de los judas del folclor,
demuestran su desamor
y su vileza villana.

Chinita lo que si espero
no se les vaya a antojar,
robarte a ti y a tu altar
para hacerse de dinero.

Luís Varela Luzardo

A la Divina Pastora

Desagravio por la salvaje acción cometida
por una jauría de irracionales. 26-05-11

Virgen gloriosa y bendita
Por el país venerada,
Hoy has sido profanada
Por una jauría maldita.

Te pido virgen querida
Castígarlos sin piedad.
Haz que esa horrible maldad
Los marque toda su vida.

Por su vandálica acción
Bendita virgen piadosa
No merecen otra cosa
Que fuego sin compasión
Que en el infierno se cuezan
Sin nunca alcanzar perdón.

Luís Varela Luzardo